Retos del Educador de hoy La educación, entendida como un amplio proceso de socialización por el que las nuevas generaciones de una sociedad se incorporan activamente a una cultura, reformulándola conforme al contexto histórico-geográfico en el que les ha tocado vivir, se ve siempre guiada por la utopía.
No hay metas educativas que no estén orientadas por el ideal de conseguir un mundo mejor, un hombre más perfecto, una persona más humana. Entendiendo por el rasgo distintivo de humanidad, todos aquellos valores universalmente aceptados como positivos, que nos hacen entender el concepto de ser humano, como el logro más elevado en la evolución natural de la vida de nuestro planeta. Así pues, utopía y educación son conceptos recíprocamente inseparables. No puede existir el uno sin el otro.
No hay metas educativas que no estén orientadas por el ideal de conseguir un mundo mejor, un hombre más perfecto, una persona más humana. Entendiendo por el rasgo distintivo de humanidad, todos aquellos valores universalmente aceptados como positivos, que nos hacen entender el concepto de ser humano, como el logro más elevado en la evolución natural de la vida de nuestro planeta. Así pues, utopía y educación son conceptos recíprocamente inseparables. No puede existir el uno sin el otro.
En ese sentido, la informática educativa también se ha convertido en un ideal alcanzar buscando que sirva para conseguir diferentes fines, tales como: a) maximizar la calidad de la enseñanza; b) minimizar sus costos; c) extender la educación a más personas; y d) desarrollar nuevos materiales. Aún hoy en día, quienes nos dedicamos al mundo de la docencia y de la investigación educativa, seguimos fijándonos en este utópico referente.
No obstante, debemos pararnos ahora a pensar cómo cada uno de nosotros, educadores de Fe y Alegría, tomamos el reto de utilizar las TIC (Tecnologías de la información y comunicación) como recursos para el desarrollo de nuestros estudiantes.
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